
¿Dónde leerme?
Teresa Trinidad, escritora de fantasmas.
cómo salvar a tu mejor amigo en tres simples pasos

En el hipotético caso de que me haya muerto, aquí dejo mi testamento:
A Xavier, mi mejor amigo y el cual desapareció en el momento de mi muerte, le dejo mis cómics. Para que aprendas un poco de cultura.
A Bárbara, por aguantarnos tantos años, mi ukelele. Que no sabe tocarlo, pero tampoco sabe que estoy muerto. Hay muchas cosas que no sabes, Bárbara.
Y para Áine, que se supone que no la conozco en vida (gracias por la ayuda), le dejo mi humor. Te va a venir bien reírte un poco de vez en cuando.
Y a ti, esta historia.Comprar en Amazon
le vendí mi nombre a las hadas y otras fotografías de terror

"Aquí yace mi creatividad más macabra".
Antología de dieciocho relatos cortos y fotografías terroríficas, realizadas por la autora.Comprar en Amazon
Antologías

Del prólogo de David Vicente:
Encontrarás aquí distintas formas de sexualidad, algunas probablemente poco excitantes para ti y otras puede que más desde el punto de vista sexual. Poco importa. Para nosotros todas son válidas e igualmente respetables mientras sean consensuadas y no invadan la libertad de nadie. Aseguraba Klimt que todo arte es erótico y eso hemos tratado, que lo que encuentres dentro de las páginas de este libro sea buena literatura, es decir, arte y, por lo tanto, erotismo. Esperamos haber conseguido excitar y provocar tus genitales literarios, si me permites el símil, cuando cierres las páginas del libro y te quedes con el regusto que deja la literatura, al igual que los buenos amantes después de una noche de sexo.Comprar en Librería Diógenes

Desde que a los seres humanos se nos ocurrió narrar y escuchar historias al calor del fuego para amenizar el trascurrir del tiempo, unas de las que más nos han atraído han sido las de terror. Vamos al cine y nos tapamos los ojos con las manos cuando intuimos el susto, mientras clavamos las uñas en el brazo del acompañante o nos agarramos con fuerza al sillón, pero dejamos una pequeña rendija abierta con nuestros dedos para no perdérnoslo del todo. Queremos que se acabe la película para abandonar la sala cuanto antes, pero un morboso imán nos mantiene pegados a la butaca.
En este conjunto de relatos de lo inquietante, que parte del taller de escritura creativa de La Posada de Hojalata, hemos tratado de asomarnos al abismo de nuestros miedos, o más bien a la difusa frontera que separa lo cotidiano de lo amenazador.
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